El lado oscuro de Soeur Sourire
Un libro y un filme revelan el alcoholismo y el suicidio de la monja cantante belga
En 1963, dos años antes del concilio Vaticano II, una monja belga, con sobrenombre curioso, Soeur Sourire (hermana sonrisa), y una guitarra, desafía la electricidad del rock naciente y se convierte en el único artista belga que haya liderado el hit parade norteamericano. Y durante semanas. Y por delante de Elvis Presley. En 1985, Jeanne Deckers, 52 años, ya sin hábito y recién salida del armario, deprimida, drogada con medicamentos y alcohólica, en la miseria, se suicida junto con su pareja, otra ex monja.
Ahora, casi un cuarto de siglo más tarde, un libro, Sister Sourire, une pure tragédie,de Claire Guezengar (Léo Schéer), y un filme resucitan la figura de Deckers. "A Soeur Sourire la veo como a una estrella del rock: alcohólica, dopada con anfetaminas - escribe Guezengar-y proclive a todo tipo de experiencias psicoanalíticas". Stijn Coninx, director del filme Soeur Sourire, que se estrena en Francia el 29 de abril, dice que "si Jeanne Deckers tuviera veinte años hoy, en lugar del convento escogería Médicos sin Fronteras".Deckers nació en Bruselas en 1933. De joven no se entendió con sus padres, y su ingreso en el monasterio de Fichermont, en Waterloo, habría sido una huida. Pero, convertida en soeur Luc-Gabriel, habría pasado allí los mejores años de su vida. Sus canciones sencillas, a mayor gloria de Dios, le dieron un estatuto especial. Cosas del demonio, la Philips descubrió sus dotes, le propuso un contrato que la monja firmó sin leer y el sobrenombre, que daría la vuelta al mundo. Sobre todo a partir de una canción, Dominique nique nique,cuyo título sería imposible hoy. Niquer,en argot de hoy, es practicar el sexo.
En 1966, cuando su fama estaba en el cenit - y en el cine: Debbie Reynolds fue Soeur Sourire en The singing nun-,soeur Luc-Gabriel cambió el convento por la profesión social.Pero empezó a ser acosada por el fisco, que le reclamaba elevados impuestos, y no tenía dinero, ya que sus ingresos iban al convento. Deslumbrada como todas las mujeres de la época por la recién nacida píldora anticonceptiva, Deckers escribió y cantó en 1967 La pilule d´or,elegía a la hormona que el Vaticano condenaría poco después. Y acabó cayendo en un círculo vicioso de depresión, medicamentos y alcohol. Por entonces, Deckers reencontró a su mejor amiga, y también ex monja, Annie Pecher, con la que se instaló.
En una de sus canciones, reclamaba "el derecho de enterrar a Soeur Sourire / evolucionar hacia una vida solidaria, / entre la gente, / con pantaloncitos o hábito, / vaqueros o pijama". En 1985 llegaría la noticia del suicidio a dúo. A pesar de tanto pecado para la época, homosexualidad y suicidio, Deckers clausuró su destino con dos favores de la Iglesia: un oficio religioso común y el derecho a ser enterradas juntas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada